De ti Mamita querida podría decir muchas cosas, en su mayoría admirables, como tu valor, tu entereza, tu honestidad, tu tezón... Haz sido mi ejemplo, mi apoyo, mi consejera y mi paño de lágrimas, me haz llenado de amor, de cariño, creo que de ti heredé lo llorona, lo cursi, y esa ternura que aveces me lleva a ser infantil.
Haz sido padre y madre para mi y mis hermanos, y siempre con fortaleza, trataste de que el divorcio tuyo y de mi padre nos afectara lo menos posible.
Quiero que sepas que a pesar de los años todavía te encuentro hermosa, que aveces te miro mientras te arreglas y que me pareces una muñeca, y que me maravillo cuando mis amigos me dicen lo linda que eres.
Eres mamita querida una de las personas más buenas que he conocido, siempre atenta, siempre cariñosa, siempre tan, pero tan bondadosa, dispuesta a darte por completo por ayudar, inclusive a personas que quizás no merecen tu ayuda... Te juro que no sé que haría sin ti, eres mi apoyo, mi fuerza, haz estado a mi lado en mis momentos más dificiles, sin quebrantarte, tratando de hacerme las cosas más fáciles, apoyandome, tratando de buscar la mejor solución y perdonandome siempre sin juzgarme mami linda.
Es increíble que siempre sepas cuando me siento mal, y que siempre tengas la palabra adecuada para todo, el mejor consejo, el mejor consuelo, y es que como siempre me dices, ese lazo infinito entre una madre y un hijo nunca se rompe, y que ese cordón umbilical sigue ligado toda la vida...
Eres la mejor abuela del mundo, (la super abuela) y aunque ya tus brazos esten cansados, sigues ahí, luchando por tus nietos, y brindándoles el mismo amor, con el que una vez nos formaste a nosotros.
Me has heredado el gusto por la lectura y el conocimiento; incluso de ti me viene eso de escribir y de cantar, pues tú lo haces hermoso.
Hoy grabé un CD para ti, y mientras lo hacia no dejaba de extrañarte, de pensarte y de arrepentirme, por no haber pasado más tiempo a tu lado, solo abrazándote, oliéndote, besándote, ensalzandote, solo amándote, sin saber que ese tiempo que se pierde no se recupera jamás.
Gracias Rosita por darme la vida, por tus cuidados, por tu perdón, por tus oraciones y por tu incondicional eterno amor.
Feliz cumpleaños Ma, te amo, y espero algún día, lograr parecerme un poquito a ti en tu grandeza como mujer, como ser humano, en la grandeza de tu espíritu.
De alma a alma,
Tu hija, quien te ama, hoy y siempre...
Gypsy